Cristo ígneo, Cristo ardiente, yo levanto mi copa y brindo por los dioses, y tú, bautízame con fuego...
¿De dónde surgió esta enorme creación?
¿De dónde surgieron estas inmensas moles planetarias que como monstruos milenarios parecen salir de las fauces de un abismo para caer en otro abismo más terrible y espantoso que el primero?
Levanto mis ojos a lo alto y sobre la cabeza ígnea del más grande de todos los sacrificados, leo esta palabra: "INRI".
Ignis natura Renovatur Integram. (El fuego renueva incesantemente toda la naturaleza).
Si, amados discípulos, todo en el universo no es sino las granulaciones del Fohat.
¡Oh las jerarquías de los fuegos! Oh las jerarquías de las llamas.
Rosas ardientes, ardientes... Culebras ígneas... silbad... silbad eternamente sobre las aguas de la vida para que surjan los mundos... silbad, silbad, silbad eternamente, con el silbido de Fohat, santas llamas... Bendito sea el fíat luminoso, el fíat espermático del eterno Dios viviente que puso en existencia el universo.
Divino fuego, tu eres el numen divinal de todas las existencias infinitas, y cuando la llama subterránea devore la forma y queme los fundamentos del mundo, tu serás como eras antes, sin sufrir cambio alguno, ¡Oh! fuego divino y eternal!... Fohat fecunda la materia caótica y surgen los mundos a la existencia. Todo lo que ha sido, lo que es y lo que será es hijo del fuego...
El fuego del Espíritu Santo es la llama del Oreb... Fohat vive en nuestros testículos y solo es cuestión de ponerlo en actividad por medio de la magia sexual para convertirnos en Dioses... en Devas, en seres divinos e Inefables. El fuego de la castidad, es el fuego del Espíritu Santo, es el fuego de Pentecostés, es el fuego del Kundalini... es el fuego que Prometeo robó al cielo... es la llama sagrada del templo que las vestales encienden... es la llama de triple incandescencia, es el carro de fuego en que Elíseo subió al cielo... (LA REVOLUCIÓN DE BEL. SAMAEL AUN WEOR)
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