martes, 15 de febrero de 2011

FORMAR AL HOMBRE PSICOLÓGICO. SAMAEL AUN WEOR





Nacemos con un cuerpo físico maravilloso, pero en realidad de verdad necesitamos hacer algo más. Formar el cuerpo físico, no es difícil -lo heredamos-, pero formar al Hombre Psicológico, sí es difícil.

Para formar el cuerpo físico no necesitamos trabajar sobre sí mismos, pero para formar al Hombre Psicológico, sí debemos trabajar en sí mismos, eso es obvio. Se trata, pues, de organizar la psiquis que está desordenada, para crear al Hombre Psicológico, que es el verdadero hombre, en el sentido más completo de la palabra. Decía el maestro Grudjieff que la máquina orgánica no tiene ninguna psicología, -tengo que disentir bastante con él en esa cuestión-. Sí existe psicología en cualquier máquina orgánica llamada "orche" -equivocadamente por cierto-, lo que sucede es que está desorganizada, y esto es distinto. Organizar esa psicología dentro del animal intelectual es lo urgente, lo inaplazable, lo impostergable, si es que queremos en verdad crear el verdadero hombre, que es el Hombre Psicológico. Distíngase, pues, entre el animal intelectual equivocadamente llamado hombre, y el verdadero y auténtico Hombre Psicológico.

Nosotros necesitamos trabajar sobre sí mismos, si es que queremos crear a tal Hombre. Sin embargo, hay lucha en nosotros: la Mente Sensual es enemiga declarada de la Mente Superior.

La Mente Sensual se identifica con cualquier circunstancia. Si, por ejemplo, de pronto nos hallamos en opíparo banquete, nos identificamos tanto con las viandas que nos convertimos en glotones. Y si se nos brinda una copa, nos identificamos tanto con el vino que terminamos embriagados. Y si encontramos en nuestro camino a una persona del sexo opuesto, fascinante, interesante, nos identificamos tanto con aquella, que al fin terminamos nosotros en fornicarios, o convertidos simplemente en adúlteros. En estas circunstancias, y de este modo no es posible crear al Hombre Psicológico.

Si por alguna parte hemos de iniciar el trabajo de crear al Hombre Psicológico, será en realidad de verdad, trabajando sobre sí mismos, no identificándonos, jamás, con ninguna circunstancia, y auto-observarnos de instante en instante, de momento en momento. Hay quienes yerran el camino. Existen sociedades, escuelas, órdenes, logias, religiones, sectas, que pretenden organizar la psiquis humana mediante ciertas máximas que llamaríamos "de oro"; comunidades que pretenden, mediante tal o cual máxima, comportarse en todas las circunstancias de la vida, a fin de conseguir algo que ellos llamarían "purificación", "santidad", etc. Todo esto es urgente analizarlo. Es obvio que una máxima cualquiera, de tipo ético, religioso, nunca podría servir de patrón para los distintos aconteceres de la vida. Una máxima, aun estructurada con la lógica superior de un Ouspensky, por ejemplo, en verdad que jamás podría crear un nuevo Cosmos, ni una nueva Naturaleza. Supeditarnos estrictamente a una máxima, con el propósito de organizar nuestra psiquis, sería absurdo. Esto significaría convertirnos en esclavos -obviamente-.

Samael Aun Weor. La Organización de la Psiquis

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