domingo, 4 de julio de 2010

EL HOMBRE SOLAR.





En nombre de la verdad tendría yo que decirles que para poder existir aquí con ustedes, para poder platicar aquí con ustedes, necesito proyectarme, en lo personal, desde el Mundo Causal, porque yo tengo mi centro de gravedad en el Mundo de las Causas Naturales; desde aquí me proyecto hacia el Mental, posteriormente hacia el Astral y por último, haciendo grandes esfuerzos, vengo aquí al físico para platicar con ustedes. Luego estoy platicando con ustedes por concentración, porque mi centro de gravedad está en el Causal, soy un hombre del Mundo Causal, y si digo algo, si algo explico, es por mandamiento, porque se me ha ordenado entregarle a ustedes este mensaje, y lo hago con el mayor gusto, a fin de que ustedes puedan hollar la senda de la Revolución de la Conciencia, de la Revolución en Marcha, de la Revolución Espiritual, integral, divinal.
Quiero pues que entiendan que el hombre es lo que cuenta y que el Sol tiene interés en crear hombres, el Sol desea una cosecha de Hombres Solares y trabaja febrilmente en estos momentos para lograrlo. Quiero que sepan ustedes que cuando una raza pierde todo interés por las ideas solares, el Sol también pierde todo interés por la raza y la destruye. En estos momentos el Sol quiere destruir esta raza, porque ya no le sirve para su experimento, más antes de destruirla hace un esfuerzo supremo, saca con grande esfuerzo una cosecha, pequeña aunque sea, de Hombres Solares. Si ustedes atienden a nuestro llamado, si en ustedes se crea la disponibilidad al hombre, el Sol podrá absorbérselos como Hombres Solares, pero se necesita que ustedes cooperen con el Sol; sólo así podrán transformarse en Hombres Solares.
Se hace urgente que ustedes, antes que todo, sepan transmutar. El Hombre Solar solamente puede crearse con la energía solar, y esa energía está contenida precisamente en el azogue en bruto de los sabios, en el mineral en bruto; tal elemento es el Exiohehari, es decir, el esperma sagrado. Quienes cometen el crimen de extraerlo de su organismo con propósitos pasionales, se hunden definitivamente en los Mundos Infiernos, hasta su desintegración final.
Para que los gérmenes del hombre puedan desarrollarse en el organismo, se necesita que sean tocados por los rayos o emanaciones que vienen del Sagrado Sol Absoluto; sin tales emanaciones, los gérmenes permanecen infecundos y degeneran e involucionan espantosamente, hasta la Muerte Segunda.

Samael Aun Weor

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