sábado, 1 de octubre de 2011

DIDACTICA CONCRETA PARA LA DISOLUCIÓN DEL EGO. POR SAMAEL AUN WEOR





Ciertamente la gente se quiere demasiado a sí misma, ese YO del amor propio esta muy arraigado en todo el mundo. Si nos dan dos palmaditas en el hombro sonreímos deliciosamente, pero si nos dicen alguna palabrita humillante nos volvemos serios y terribles. Ese YO del amor propio hay que aniquilarlo, es el tercero que habría que cargarle todo el poder de la Divina Shakti. Lo qué viene en subsiguientes días y horas es el mismo Trabajo, hasta que los tres «colegas» de tan fatal escena fuesen aniquilados.

Obviamente, es en la vida práctica en donde debemos sacar el material para la disolución del Ego. Las personas tienen la tendencia a escaparse de la vida práctica, quieren disolver el Ego huyendo de la vida práctica lo cual es manifiestamente absurdo.

Recuerdo cuando estaba en el Trabajo de la disolución del Ego, que en cierta ocasión un hijo mío cometiera un error absurdo, cual fuera el de atropellar con su coche a otra persona, a un obrero. Ciertamente me costó determinada suma, unos 2.000 pesos para el herido y otra tanta cantidad para evitar que ese pobre muchacho fuese a dar a la cárcel.

Pero allí no termina la cuestión. La realidad es que cuando hube de ir a cancelar la deuda, el hijo aquel, en vez de agradecer, protestaba con cierta violencia. El no estaba de acuerdo en que yo le diera esos 2.000 pesos a ese pobre e infeliz obrero. Pero a mí me pareció justo el dárselos, se los di. En la protesta hubo palabras, sino por los menos de carácter grotesco, sí ingratas. Ira no sentí debido al hecho de haberla disuelto. Cierto dolor en el corazón sí.

De inmediato me entregué a la Meditación para saber en qué consistía ese dolor que había sentido en el corazón y pude verificar claramente el crudo realismo de un YO del amor propio que había sido herido. Como quiera que el Sentido de la Auto-Observación Psicológica lo tengo bien desarrollado, no me fue difícil percibir en forma directa tal YO. De inmediato lancé unas cargas de electricidad sexual trascendente contra el desdichado, le trabajé por unos días y al fin se fue reduciendo poco a poco hasta tomar la forma de un niño. Y siguió reduciéndose hasta volverse polvareda cósmica.

Así es como se trabaja, mis estimables hermanos. Pero, ¿de dónde saqué yo el material para trabajar? Fue un hecho concreto, claro y definitivo, pero en las personas la tendencia es huir de los hechos prácticos de la vida. Y eso es absurdo, completamente ABSURDO. En alguna otra ocasión (y me gusta citar ejemplos vividos con propósitos de orientación colectiva), estoy yo muy afectado con cierta irritabilidad, por palabras de aquel hijo que, por cierto, no eran hermosas. Mantuve siempre control sobre mi mente y jamás exploté, jamás rasgué mis vestiduras. En verdad esto fue un triunfo, pero no hay duda de que allí adentro, muy adentro, no dejaban de producirse algunas reacciones nada agradables.

Cuando exploré con el Sentido de la Auto-Observación Psicológica, con gran asombro descubrí un YO fornido, robusto, bastante gordito por cierto, peludo como un oso, andando por el corredor de mi vieja casa señorial. Ah, cuan escondido estabas, condenado, le dije. Ahora sí que te voy a dar chicharrón, ya conmigo no puedes. Conclusión: apelé a Devi Kundalini Shakti. Conforme lo trabajaba iba perdiendo aquel monstruo pues volumen, se iba empequeñeciendo en forma didáctica y, a medida que se empequeñecía, se embellecía también. Así parecía como un niño muy hermoso. Hasta que un día la Divina Madre Kundalini le dio chicharrón, lo decapitó. Posteriormente se redujo a polvo, no quedó nada del mismo; pero, eso sí, me dediqué de lleno a acabarle trabajando de día y de noche, a todas horas y a cada momento, hasta que dejó de existir.

El Sentido de la Auto-Observación Psicológica se va desarrollando y se irá desarrollando en cada uno de ustedes conforme lo vayan usando. No olviden que sentido que no se usa, se atrofia. Un día llegará en que el Sentido de Auto-Observación en ustedes se habrá desarrollado de tal manera que podrán percibir a tales Agregados Psíquicos; aún más, podrán darse cuenta del resultado del Trabajo sobre tales agregados.

En nombre de la verdad tengo que decirles que así como allá en el firmamento existe una Luna, así también mis queridos hermanos, dentro de nosotros existe una Luna Psicológica. Así como la Luna que brilla en el firmamento tiene dos caras, la que se ve y la que no se ve, así también dentro de nosotros la Luna Psicológica tiene dos aspectos: el que es visible a simple vista mediante el Sentido de la Auto-Observación Psicológica, y aquel que a simple vista no es visible: oculto, desconocido, incógnito. Sin embargo, éste último se torna visible cuando el Sentido psicológico se ha desarrollado hasta el máximo. Creo que ustedes pues, van entendiendo todas estas cosas.

Ahora tienen que lanzar toda la carga contra los Agregados Psíquicos de la parte visible de su Luna Psicológica. Mucho más tarde en el tiempo, habrán de lanzarse contra los elementos indeseables de la Luna Negra, esos que a simple vista no se ven. Muchos santos lograron aniquilar los Agregados Psíquicos de la parte visible de su Luna Psicológica, más nunca supieron nada sobre los elementos indeseables de la otra cara de su Luna, y aunque se sumergieron en el Nirvana, en el Maha Para-Nirvana, debieron retornar más tarde, continuar su Trabajo con la cara oculta de su Luna Psicológica.

En todo caso, que se trate del aspecto meramente visible de la Luna Psicológica o de la oculta, los elementos para el Trabajo tenemos que encontrarlos en los hechos concretos de la vida práctica. Así que no se me escapen, no traten de evadirse de la vida real, deben ser más prácticos si es que quieren en verdad desintegrar el Ego. Conforme lo vayan haciendo, a medida que el Agregado Psíquico se vaya pulverizando, la Esencia contenida en los mismos se irá emancipando. Ese es el camino para cristalizar en nosotros eso que se llama Alma.

CAPÍTULO 4 LA DIDÁCTICA DEL AUTOCONOCIMIENTO. SAMAEL AUN WEOR.

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