jueves, 28 de julio de 2011

RECONOCER LOS YOES PSICOLOGICOS HASTA EN LAS MAS SUBLIMES IDEAS O VIRTUDES





Los celos destruyen los matrimonios, los celos destruyen las amistades, los celos provocan guerras religiosas, odios fratricidas, asesinatos y sufrimientos de toda especie.

La envidia con todos sus infinitos matices se esconde tras de sublimes propósitos. Existe envidia en aquel que habiendo sido informado sobre la existencia de sublimes santos. Mahatmas o Gurús, desea también llegar a ser santo. Existe envidia en el filántropo que se esfuerza por superar a otros filántropos. Existe envidia en todo individuo que codicie virtudes porque tuvo informes, porque en su mente hay datos sobre la existencia de sagrados individuos llenos de virtudes.

El deseo de ser santo, el deseo de ser virtuoso, el deseo de ser grande tiene por fundamento la envidia.

Los santos con sus virtudes han causado muchos daños. Nos viene a la memoria el caso de un hombre que a sí mismo se consideraba muy santo.

En cierta ocasión un poeta hambriento y miserable tocó a sus puertas para poner en sus manos un hermoso verso especialmente dedicado al santo de nuestro relato. El poeta sólo aguardaba una moneda para comprar alimentos para su cuerpo exhausto y envejecido.


Todo imaginaba el poeta menos un insulto. Grande fue su sorpresa cuando el santo con mirada piadosa y ceño fruncido cerró la puerta diciendo al infeliz poeta: "Fuera de aquí amigo, largo, largo... a mi no me gustan estas cosas, aborrezco la lisonja... no me gustan las vanidades del mundo, esta vida es ilusión... yo sigo la senda de la humildad y de la modestia". El infeliz poeta que sólo deseaba una moneda en vez de esta recibió el insulto del santo, la palabra que hiere, la bofetada, y con el corazón adolorido y la lira vuelta pedazos se fue por las calles de la ciudad despacito... despacito... despacito.

La nueva generación debe levantarse sobre la base de la auténtica comprensión porque ésta es totalmente creadora.

CAPITULO XV LA SENCILLEZ. EDUCACIÓN FUNDAMENTAL. SAMAEL AUN WEOR.

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