martes, 19 de abril de 2011

LA INICIACIÓN EN LA LOGIA BLANCA. POR SAMAEL AUN WEOR



CAPÍTULO XIV LA MAGIA NEGRA DE LOS ATLANTES. LA REVOLUCIÓN DE BEL. SAMAEL AUN WEOR

En la iniciación blanca se hecha sobre los hombros del discípulo una enorme y pesada cruz de madera que significa que el discípulo ya empezó el vía-crucis de las 9 arcadas. El peso de la cruz difiere mucho: el peso depende del karma de cada cual. Algunas veces el discípulo no puede con el peso de la Cruz y entonces el Cirineo tiene que ayudarle.

Las vocales E. U. facilitan al discípulo el poder cargar la cruz cuando ésta es muy pesada. La cruz sobre los hombros es magia blanca; la cruz sobre la cabeza es magia negra. Cristo no llevó la cruz sobre la cabeza, sino sobre los hombros. La cruz significa la materia, y llevarla sobre la cabeza, es resolverse a vivir bajo la materia, bajo el mundo. El mago negro dice bajo la cruz de la Inmortalidad y vida eterna: bendito tú eres. El mago blanco dice: sobre la cruz "yo soy". La cruz sobre la cabeza la llevan los Pontífices en sus mitras. Ningún mago blanco lleva la cruz sobre la cabeza, sino sobre los hombros, tal como lo mostró el Divino Redentor, nosotros los gnósticos no estamos debajo de la cruz, sino sobre ella.

El gnóstico tiene que morder cierta figurita en la primera iniciación, y antes de entrar a ella, ya ha recibido la auténtica palabra perdida, que jamás se ha escrito. Los exámenes verbales son muy rigurosos para recibir la iniciación. Al mago negro poco le importa la moral. Una vez que el Chela pasa triunfal la iniciación blanca, se le hace la fiesta. En la ceremonia negra, el discípulo recibe de un mago negro vestido de amarillo, una serie de enseñanzas que ellos, utilizan para hacerse invisibles y para hacer invisibles a los demás. En el próximo capítulo titulado El Nirvana, hablaremos sobre el particular, como ya hemos dicho, todas estas enseñanzas vienen de la Atlántida. En la Atlántida, los hombres utilizaban también las fuerzas sexuales para hacer grandes daños. Orhuarpa, formaba con la mente, monstruos que luego materializaba físicamente y los alimentaba con sangre. Esos monstruos los arrojaba sobre sus indefensas víctimas cuando quería. La Humanidad Atlante fue clarividente y manejó a la maravilla las fuerzas cósmicas, en dicha época hubo un santuario muy importante llamado Santuario de Vulcano. Los guardianes de esos santuarios tenían bajo su control a Ariman y a sus legiones para que no pudieran actuar libremente en nuestro planeta, esos átomos de Ariman dañaron la clarividencia del hombre y entonces la humanidad quedó esclava de la ilusión del mundo físico.

Sin embargo, en la Atlántida había un gran colegio de iniciados, y cuando los malvados intentaban contra ellos eran muertos por la espada de la justicia.

Los señores de Mercurio le dieron al hombre la mente para que pensara y no para que la usara con fines destructivos.

Viendo Orhuarpa que el pueblo lo adoraba como a un Dios, armó un poderoso ejército y se puso en marcha contra Tollán, la ciudad de las siete puertas de oro macizo, donde reinaba el mago blanco de la Atlántida.

Y vestido de acero con escudo, yelmo, casco y espada, peleaba durante el día, y por la noche desataba sus bestias y sus hechiceras que en forma de lobos dañaban a sus enemigos, y así se tomó a Tollán, la ciudad de las siete puertas de oro macizo, y se hizo emperador de toda la Atlántida y estableció el culto del sol tenebroso.

Así estaban las cosas cuando el maestro Moría, se reencarnó, reunió su ejército de soldados y se puso en marcha contra Orhuarpa.

Orhuarpa lanzaba contra el maestro Moria sus bestias feroces, que el maestro disolvía con sus luminosos poderes. Y con el filo de su espada se tomó el maestro a Tollán, la ciudad de las siete puertas de oro macizo y todos los soldados de Orhuarpa cayeron bajo el cuchillo de las fuerzas de la luz. Viéndose Orhuarpa perdido, se encerró en una torre, y allí murió quemado, pues los soldados del maestro Moria le prendieron fuego a la torre.

Pero ahí no terminaron las cosas; inmediatamente se volvió a reencarnar Orhuarpa, y cuando ya tuvo edad, reunió otra vez su ejército de guerreros y hechiceros y se puso en marcha nuevamente contra Tollán y no volvió a tomarse la ciudad y estableció trono, contra trono. Entonces los cuatro tronos, dijeron al Emperador blanco; Noenrra (Noé) "salid de esta tierra, y pasad al desierto de "Gobi" por donde quiera que haya tierra seca, porque Dios va a hundir esta tierra". Y obedeció Noenrra, y salió con toda su gente hacia el desierto de "Gobi".

La gente de Noenrra, eran las tribus semitas primitivas que habían seguido el camino de la magia blanca, y Orhuarpa quedó amo y señor de la Atlántida.

Tiempo después de la salida del pueblo de Israel, comenzaron a aparecer algunas manifestaciones ígneas peligrosas.

El uso de las fuerzas sexuales utilizada para la magia negra hizo entrar en actividad el fuego de los adormecidos volcanes.

Y es que las fuerzas sexuales tienen intima relación con todas las fuerzas de la naturaleza, porque la fuerza sexual no solamente está en nuestros órganos sexuales sino en todas nuestras células y mas todavía, en cada átomo del Cosmos.

La fuerza sexual es la causa de la electricidad.

Es lógico pues, que por inducción hubieran entrado en actividad los adormecidos volcanes. Pues esos volcanes y los magos negros, estaban íntimamente relacionados por medio de la energía sexual. Y a través de grandes terremotos se hundió la Atlántida con todos sus magos negros en el fondo del océano Atlántico.

Todas las tribus indias de América son vestigios atlantes. Estas tribus conservan muchas prácticas de magia negra provenientes de los Atlantes.

En América, hay quienes hacen muñecos de cera y los entierran con alfileres y así exaltan la imaginación y concentran la mente sobre la víctima. Hay quienes utilizan las fuerzas sexuales con propósitos destructivos. Todo esto es originario de la Atlántida.

Los indios Arhuacos de la Sierra Nevada de Santa Marta, quemaron todo un pueblo llamado Dibuya, por medio de los elementales del fuego, llamados "Animes" por ellos.

En el pequeño poblado de Santa Cruz de Mora, (Estado Mérida) conocí una anciana humilde, que hizo maravillas con los elementales de la naturaleza. Dicha anciana cuando era joven se casó con un indio. Su marido la llevó para la selva, y cuenta de esa tribu, las cosas más "raras", dizque durante el día los indios abandonaban su caserío, y por la noche llegaban todos con apariencia de animales y ya dentro de sus ranchos, tomaban su figura humana.

Cierto día el marido se despidió de ella diciéndole que se iba para la selva a morir (pues esos indios se retiran a la selva para morir) y le entregó un amuleto diciéndole: "Te dejo este recuerdo para que le pidas lo que necesites cuando tengas necesidad".

Hizo maravillas la anciana en el poblado de Santa Cruz: pedía al amuleto lo que quería y le venía el dinero, el vino, las joyas, los licores, los perfumes etc. etc., como por encanto. Aquellas personas que hubieran sido robadas no tenían más trabajo que consultarla a ella, y en el acto, ella pedía el objeto robado al amuleto, y traído por manos Invisibles, éste llegaba, y así recobraba cada cual lo perdido. Estas maravillas terminaron para la anciana cuando tuvo la debilidad de confesarse con un cura el cual le quitó el maravilloso talismán.

Esto no tiene nada de fantástico ni de raro; esto se hace sencillamente con los elementales de la naturaleza. La obra de don Francisco Hartmann titulada «Los Elementales» trata ampliamente de estas cosas.

Todos estos conocimientos vienen de la Atlántida. Los Elementales lo mismo sirven para el bien que para el mal. Los Atlantes utilizaron los Elementales para el mal.

No hay comentarios: