lunes, 28 de junio de 2010

LA LEY DEL KARMA . LA CIENCIA DE LA LEY.




¿Qué es el Karma?
En la manifestación existen una serie de leyes que se cumplen inexorablemente: La ley de la Gravedad, la Ley de la cohesión de la materia, etc. Del mismo modo existe una ley que se cumple también para todos: La Ley de Causa y Efecto.

Tenemos libre albedrío y todos nuestros actos tienen una consecuencia, sean buenos o malos, bien a corto o a largo plazo. Nada se pierde, nada se olvida, nada se puede esconder. Pero como no recordamos lo que hemos hecho en otras vidas (debido a nuestra dormidez) pues creemos que las cosas nos ocurren "porque sí", "por casualidad". Y del mismo modo se puede creer que ciertos actos que hemos realizado en esta vida (sean buenos o malos) no nos van a afectar, al no conocer los efectos sobre nuestras vidas posteriores.

Igual que existen leyes y jueces en este mundo físico, existen Leyes y Jueces Cósmicos, que hacen que se cumplan dichas Leyes.

La Ley del Karma es tan solo la ley de Causa y Efecto.

Sabemos por física que la energía ni se crea, ni se destruye, solo se transforma. Pues lo mismo ocurre con nuestros actos: la "energía" de nuestros pensamientos, sentimientos y actos tampoco se puede destruir, tan solo se convierte en otra energía que vuelve a recaer sobre el autor de los mismos. A cada cual lo suyo.

En realidad, es un error observar el Karma como un castigo. Si la Ley nos hace pasar por circunstancias difíciles y dolorosas, no es tanto para "pagar" los actos negativos como para que aprendamos. Cada circunstancia kármica nos enseña algo que no hemos sabido superar. Y la experiencia nos trata de dar comprensión para que la próxima vez que se nos presente "la asignatura pendiente" podamos superarla. El Karma es lo único que a las Esencias "embotelladas" en los egos nos puede hacer aprender. Lo único, a excepción de "trabajar" conscientemente para eliminar los agregados psíquicos. Esto último es lo que más nos puede hacer aprender, y lo que nos puede liberar del Karma.

El Dharma sería Karma positivo, es decir, efectos positivos logrados por las buenas obras.

De vida en vida vamos dejando "cuentas pendientes" con multitud de personas, y de vida en vida nos vuelven a relacionar para que paguemos dichas "cuentas". Pero inconscientes de nosotros nos cargamos con nuevo Karma...

La ley nos hace experimentar lo que nosotros hemos infligido a otros: Si nuestra vida es agradable, nos sobra el dinero y todos nos tratan bien, seguramente en la vida o vidas anteriores fuimos generosos, ayudamos a los que lo necesitaban, no perjudicamos a nadie, etc. Pero si nuestra vida es triste, nos tratan mal, estamos enfermos, nuestra economía está "por los suelos", etc., es debido a que necesitamos vivir lo que a otros les produjimos: pobreza, soledad, enfermedad, etc., para así poder aprender que es doloroso, y evitar repetir nuestros errores a posteriori.

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Los Jueces del Karma

Existen unos Seres Inefables que se encargar del juicio que se realiza a los desencarnados y de la aplicación del Karma (positivo o negativo) en cada una de sus vidas, así como de la anulación de dicho Karma en caso de que la persona lo consiga trascender, por haber eliminado el ego que provocó la causa.
Según la tradición del antiguo Egipto había 42 jueces de la Ley y un gran Jerarca de la misma: Anubis. En cada cultura, es posible que se le de diversos nombres y diversos aspectos. En el antiguo Egipto tomó la forma de hombre con cabeza de chacal, dandonos a entender ciertas características de la Ley: La Ley es "astuta", es decir siempre, por medio de unas circunstancias u otras consigue lo que pretende (que aprendamos), nunca pierde una "presa", es decir, nadie se puede zafar de la Justicia Cósmica y porque es tajante y rápida en sus juicios y aplicaciones.

Tanto los Jueces como Anubis son chispas Divinales (Seres Inefables) y por tanto sin posibilidad de que se equivoquen en sus juicios, ni de que nadie pueda engañarles. La Justicia Divina no es como la humana, no hay posibilidad al error.

Existe un Templo donde estos Seres imparten la Justicia: El Templo de la Ley. Y este se encuentra en la 6ª dimensión, Mundo Causal o Mundo de las Causas Naturales. En él es donde se realizan los Juicios y las peticiones.
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Negociaciones con el Karma
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Pero la Ley no es ciega ni completamente rígida. La Ley se basa en dos columnas: La Justicia y la Misericordia. Justicia sin Misericordia es tiranía, Misericordia sin Justicia es complicidad con el delito.
Hay Karmas que se pueden perdonar, otros que se pueden aplazar y otros que se pueden negociar.

Cualquiera de nosotros, una vez que aprenda a salir conscientemente en Astral, pidiéndole ayuda a su Ser Interior, puede llegar hasta el Templo de la Justicia Objetiva. Allí puede solicitar sus "cuentas": su Karma positivo o Dharma y sus deudas Kármicas negativas. Y dichas "deudas" puede tratar de negociarlas e incluso solicitar un aplazamiento de la aplicación.

¿Y como podemos negociar y cancelar nuestro Karma? Como hemos dicho, el Karma es tan solo para que aprendamos. Si hemos aprendido de verdad, es decir si hemos eliminado la causa (el ego) que nos hizo errar, el Karma será disuelto.

Pero también podemos negociarlo. "Al León de la Ley se le combate con la balanza". Si en un platillo de la Balanza ponemos nuestras buenas obras y en el otro ponemos las malas, o ambos platillos pesarán igual o habrá desequilibrio. Si el platillo de las malas acciones pesa más, debemos poner buenas obras en el platillo de las buenas acciones con el propósito de inclinar la balanza a nuestro favor. Así podemos cancelar Karma. Por ello otra frase importante en estos trabajos es: "El que tiene buenas obras paga y sale bien librado en los negocios".

Lógicamente, no solo se paga por las malas obras, sino que también se paga por las buenas obras que pudiendo hacerse, no se hacen, pues en el fondo es perjudicar a los demás.

Todos los acto del hombre están regidos por leyes, unas superiores, otras inferiores. "Cuando una ley inferior es trascendida por una ley superior, la ley superior lava a la inferior". El Amor es el resumen de todas las leyes superiores. Un acto de Amor anula actos pretéritos inspirados en leyes inferiores. Pero Amor consciente. Ya decía San Pablo: "El Amor es sufrido, bueno; no envidia, no se ensancha, no injuria, no busca lo suyo, no se irrita; no se huelga de la injusticia, mas se huelga de la verdad; todo lo crece, todo lo espera, todo lo soporta".

Nunca debemos protestar contra el Karma, lo importante es saberlo negociar. Se debe trabajar siempre desinteresadamente con infinito Amor por la humanidad, y así tendremos buenas obras con las que poder compensar nuestras malas acciones. Es cuando tenemos las mayores dificultades cuando debemos volcarnos más a ayudar a los demás. Así nuestras circunstancias cambiarán. Pero la verdadera disolución del Karma es con la muerte psicológica, es decir con la eliminación de los Yoes o Egos que en nuestro interior cargamos embotellando lo auténtico de nosotros: La Esencia.

"Para el indigno todas las puertas están cerradas menos una: la del arrepentimiento... Pedid y se os dará, golpead y se os abrirá..."


Tipos de Karma

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Existen varios tipos de Karma:

Karma mundial: Situaciones que afectan a toda o casi toda la humanidad. P. ej: Las guerras mundiales.

Karma nacional: Guerras civiles, grandes catástrofes, etc.

Karma colectivo: Karma que se aplica sobre un grupo de personas que la Ley se encarga de juntar para que paguen determinadas "deudas": Accidentes de aviones, autobuses, terremotos, inundaciones, etc.

Kamaduro: Es Karma no negociable, por actos muy negativos, que no queda más remedio que ejecutarse. No es aplazable, ni perdonable.

Karmasaya: Huellas o marcas astrales que relacionan Karmicamente las personas que han mantenido relaciones sexuales.

Ley de la Katancia: Ley del Karma especial que rige para los seres que tienen un alto grado de conciencia despierta. Es mucho más rígido que la ley del Karma que rige a los que estamos "dormidos". Como es lógico cuanto más Esencia activada, cuanto más conciencia despierta, el error tiene menos sentido y con más dureza se aplica el Karma para que aprendan definitivamente esa "lección".


¿Qué es el Kaom?

El Kaom, es una parte de nuestro propio interior, de nuestra propia espiritualidad, que se encarga de llevar la cuenta de nuestros actos. Está en continua relación con el Tribunal del Karma, pues es la Ley dentro de nosotros. Además es la parte de nuestro Ser Interior que se encarga de estimular el arrepentimiento (el verdadero, no culpabilidades egoícas) con respecto a nuestros actos negativos que perjudican a los demás, a nosotros mismos y que nos hacen separarnos cada vez más de nuestro Ser Interior o Chispa Divinal Particular.

Sin arrepentimiento sincero y consciente, logrado por la comprensión, no puede haber perdón, ni eliminación de Yoes, ni por tanto eliminación del Karma.

Con nuestra deformidad psicológica nunca podremos estar en armonía con las Leyes Superiores. La eliminación de dicha deformidad nos permite liberarnos incluso de dichas Leyes: porque seremos unos con Ellas.

NO HAY NADA QUE SE LE RESISTA A LA PODEROSA LEY DEL AMOR: APRENDAMOS A AMAR. Y EL AMOR ES UNA LEY SUPERIOR.

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